viernes, 18 de mayo de 2012

¿Cómo puedo seguir llorándote?


Pasa el tiempo y yo me cubro con una pátina de dureza, de fuerza e indiferencia, hasta que llega de nuevo el vacío, la ausencia, la añoranza de otros tiempos mejores.

Hoy me he vuelto a sentir vulnerable.

Hoy te echo de menos, añoro al amor que fue, a todo lo que tuvimos, a todo lo que perdimos.

Se que es sólo un espejismo, producto del agobio, de los problemas, de todas las responsabilidades asumidas por mi, sin poder compartirlas con nadie, sin poder compartirlas ya contigo.

Me siento abrumada, débil, sin fuerzas para seguir.

Cada dia es un nuevo o viejo problema, qué más da. No hay un dia igual a otro, no hay un dia tranquilo.

Y tú, en tu huida has abandonado todo y a todos.

No es justo.

¿Por qué tú puedes desentenderte de todo y a mi me toca asumir todos los papeles?.

De madre buena, de madre mala, de mujer hiperresponsable, cubriendo todas tus irresponsabilidades. De padre, de hija, de psicóloga, de terapeuta...

No quiero llorarte más, no quiero, no quiero, no quiero, no quiero.