jueves, 30 de agosto de 2012

Tiempo


Tiempo, bendito tiempo, que debes curarlo todo, pero a veces sólo enmascaras la herida, para que no sangre, para que seque y arrugue la piel que la rodea. 
Tiempo, maldito tiempo, que nos das y que nos quitas, que cambias las huellas y señales por cicatrices perpetuas. 
Tiempo. El que necesito para borrar el rastro, maquillar el golpe, perfilar el tatuaje que definitivamente te oculte en mi vida.



  

domingo, 19 de agosto de 2012

Por ellos



No llores, no decaigas, es sólo un momento, resiste, no te dejes vencer.

Saca tu fuerza de donde sea, rebusca por los rincones, pero no llores, no te menosprecies, piensa en lo mucho que tú vales, en todo lo que estás haciendo sola, recurre de nuevo a tu poder.

La gente que te quiere, te adora y te apoya más que nunca y los que te han dado la espalda, qué importan. 
Nunca fueron importantes para ti.

Sólo tu sabes de tus penas, de toda tu tristeza, de tus momentos pasados, muchos de ellos escritos en aquel viejo cuaderno llorando por él, sintiéndote pequeña, sin valor, despreciada, desautorizada, patito feo entre cisnes de pega y de feria.

No llores, pasa el momento, seca las lágrimas, respira hondo y levanta la cabeza, mira orgullosa tu vida, tu hogar, tu familia, mira orgullosa a tus hijos, sonríe por ellos y no llores más.

Por ellos, seca tus lágrimas y vuelve a sonreír.


jueves, 16 de agosto de 2012

Lo que somos


"Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos."


Jorge Luis Borges
1899-1986


 

sábado, 11 de agosto de 2012

Hace tiempo




Hubo años, muchos, en los que dejé de quererme.

En ese tiempo fue cuando amé con toda la fuerza, con toda la locura que te da el desamor.

De esa locura sólo obtuve migajas, pequeños pedacitos de una falsa e irreal felicidad.

En el momento en el que volví a quererme empecé a dejar de amar.


jueves, 9 de agosto de 2012

¿Encuentro con el pasado?





El azar, el destino o esta memoria mía tan absurda han hecho que encuentre viejos, viejísimos textos míos de hace años.

¿Textos premonitorios o de simple sentido común? 

¿Pasado remoto o de rabiosa actualidad?

O simplemente, la crónica de una vida anunciada.

Da un poco de miedo asomarse a esa ventana al borde del precipicio...


Invierno 2006


"Viajan en el mismo vagón de un tren que apenas realiza paradas. Sentados uno al lado del otro, a veces frente a frente, difícilmente intercambian alguna que otra frase, la conversación hace tiempo que se les resiente.

Ella ha intentado bajarse un par de veces, en viejas estaciones, vacías y sucias, mas él la ha disuadido con sus generosas promesas. Y ella se ha abandonado a sus bienintencionadas palabras que le auguran un cambio de rumbo, un viaje mejor.

Y vuelve para sentarse de nuevo a su lado, mientras él recuesta la cabeza en su regazo y ella agarra su mano firmemente, para darle seguridad, para que sepa que está con él, que le acompaña en este viaje que juntos iniciaron hace ya largo tiempo.

Sabiéndola a su lado él descansa tranquilo. Duerme, quizás sueñe, mientras ella mira por la ventanilla, ausente, imbuida en pensamientos lejanos, fantasías imposibles, quimeras.

Sabe que las promesas nunca serán hechos…

Y juntos seguirán este viaje hasta una próxima estación o hasta que el tiempo se haga dueño de ellos y se vean obligados a abandonar su vagón."


miércoles, 8 de agosto de 2012

Dudas




Demasiado joven para no enamorarme nunca más.

O demasiado mayor para volver a hacerlo.



miércoles, 1 de agosto de 2012

Punto y aparte



Empieza a ser hora ya de vivir, sentir y pensar con el otro lado del corazón.

Dejar reposar el lado herido, olvidar, sanar.

Debería ser tiempo más que suficiente para comenzar a ver la vida con la otra mirada, la que tenía guardada en el fondo del alma, la que nunca pensé utilizar.

Hoy marco un fin y un principio. El fin de lo conocido, de mi amor de adolescente, de mi juventud, de la madurez que quisimos compartir y no pudimos, no supimos hacerlo. 

Y abro el inicio hacia lo desconocido.

Un punto y aparte.

Dejar de oler a caduco, a tristeza vieja, a lágrimas recosidas en el fondo de los ojos, a penas antiguas.

Hoy cambio el aroma de mi piel, el color de mi mirada, el tacto de mis manos, el sabor acre del pasado por el misterioso sabor que me depara el futuro.

Hoy te acabo.

Hoy eres principio.