Quizás tú ya me estés buscando,
es posible que ya hayas salido a mi encuentro y camines por las calles observando
a cualquiera que pueda ser yo.
Búscame, no desesperes, aunque
tardes en hallarme, ten paciencia.
Busca el brillo de mi mirada, la fragancia
suave y dulce de mi piel, mi corto cabello, mis húmedos labios. Me reconocerás,
porque soy la imagen de tu alma y el aroma que impregna todos tus sueños.
Aunque me muestre hosca u hostil,
espérame, se paciente, prometo compensarte la espera.
Has de saber que yo no te busco, aún
es pronto para mí. Temo encontrarte y no reconocerte y por ello me escondo tras
el telón de mi propio teatro y entre bambalinas hundo mi rostro.
Soy la reina de corazones
quebrada en un suspiro.
Ayúdame a recomponerme. Hazme sentir
amada, deseada de nuevo. Sálvame de mi misma, despierta mi pasión aletargada,
mi fuego dormido. Haz que renazca el deseo en mí, que no agonice, que no muera.
Búscame, ven a mi, dulce y
suavemente entra en mi vida.
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