domingo, 4 de noviembre de 2012

Espinas




A ti, que no sabemos nada el uno del otro desde hace tanto ...

Es a ti, una de mis espinas, de esas que llevo clavadas desde hace años en el corazón, a quien hoy escribo, a quien hoy recuerdan mis letras.

El pensamiento, la imaginación, sueños recurrentes, palabras escritas, lugares, coincidencias que hacen que vuelvas de nuevo a mi. 

El tiempo nos dibujó en un espacio ajeno a nosotros y fue imposible hacernos con él.

Y la vida no nos dejó disfrutarnos, no nos dejó querernos, como quizás, no lo sé,   nos hubiéramos merecido amar.

Tus infinitos problemas, mis interminables quebraderos de cabeza. 
Tu desconfianza, mis prisas. 
Tu premura, mi sensibilidad. 
Tu tristeza, mis tormentas.
Tu susceptibilidad, mi crudeza.

No era el momento. 

Cogimos un tren equivocado en una estación destruida por el tiempo. Nos sentamos en bancos desgastados, agotados por nuestra eterna lucha interior y no supimos darnos ni mantener el calor que buscábamos el uno del otro.

No tuvimos paciencia. No nos supimos o no nos quisimos esperar, qué se yo...

Recuerdo tu mirada, tus brazos apretándome fuerte contra ti, tus besos de sabores, suaves, ansiosos, desesperados, cálidos, anhelantes...

Y sonrío con ternura al recordar tantos y tantos momentos, tantas confidencias en calurosas tardes, un sólo día de verano, ni una sola noche de amor...

Las jugadas del destino hoy me hacen añorarte y escribir de ti.

Espero que seas feliz.








No hay comentarios:

Publicar un comentario